“La
educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”
– Paulo Freire.
Existe una serie de
conceptos que, si bien están relacionados entre sí, significan cosas
diferentes. Para empezar, la educación es la transmisión de conocimientos de
una persona a otra, el papel del educador puede ejecutarlo un docente o un
padre. En ese sentido, la ciencia que estudia los fenómenos de la educación y
la enseñanza se llama pedagogía. Se han desatado algunas discusiones acerca de
su posibilidad dentro del campo de las ciencias, sin embargo se ha probado que
sí lo es debido a que tiene objeto propio de investigación, estudia fenómenos
teóricos, y se rige según métodos científicos como la observación y la
experimentación; la pedagogía inclusive se nutre de aportes de otras ciencias
como la sociología, medicina, filosofía y antropología.
Si estudiamos la etimología
del término “pedagogía”, encontramos que “paidos” significa “niño” y “gogia” se
refiere a “conducir”. Esta definición ya arroja una idea primaria acerca de lo
que significa. Dentro de su definición aparece muchas veces el concepto de
adoctrinamiento, y es natural, dado que la educación se halla constantemente
inmersa en ámbitos políticos, sociales, culturales, religiosos, etc. Otro
concepto importante tiene que ver con la andragogía, la cual, a diferencia de
la pedagogía, se trata exclusivamente de la educación al adulto y su formación
en base a sus vivencias sociales y culturales. Los tres principios de la
andragogía son la horizontalidad, la participación y la flexibilidad.
La pedagogía se encuentra
intrínseca en el ser humano, de ahí la razón de que ésta siempre vaya evolucionando
con el tiempo y que su concepción se vaya adaptando a los fenómenos sociales y
culturales que condicionan la realidad actual. La pedagogía y la educación no
son hechos aislados, están ligadas a un mismo fin, en sí la pedagogía se
constituye como la teoría que permite llevar a cabo el acto de la educación. La
pedagogía se compone de las acciones del pedagogo o educador, su función
primordial es, como se dijo en un principio, la transmisión del conocimiento;
éste también debe llevar a cabo actividades de orientación y organización
escolar, asesoramiento en metodologías y técnicas de estudio y asistencia al
alumno que lo requiera.
Los temas de pedagogía y
educación han contado con numerosos estudios y ensayos, algunos de los más
importantes se basan en los elementos principales que condicionan el
aprendizaje en los seres humanos. Por ejemplo, Paulo Freire (1921-1997) publicó
un documento titulado “21 Máximas en el Ámbito de la Pedagogía” (1987), en
ellas habla, entre otras cosas, de saber escuchar para enseñar, de la libertad
del hombre y de que el estudiar no es consumir ideas, sino crearlas y
recrearlas. Otro escrito importante viene de parte de Robert Mills Gagné, su
“Teoría del Aprendizaje” (1965) soporta la existencia de niveles progresivos de
aprendizaje, en el que cada uno se maneja según estrategias diferentes; allí se
encuentran las habilidades cognitivas, habilidades motoras y las actitudes. Jürgen
Habermas (1929-) también toca temas similares en su “Teoría de la Acción
Comunicativa” (1981). Por último, Iván Pietróvich Pávlov (1849-1936) hizo
investigaciones interesantes acerca del comportamiento de los seres vivos, por
ejemplo su tan reconocida “Ley de Reflejos Condicionales” (1900), la cual
estableció la posibilidad de generar respuestas ante ciertos estímulos
indirectos.
Finalmente, existen ciertos
modelos pedagógicos que condicionan la manera en que la enseñanza es
transmitida, así como de la relación que hay entre el educador y el educando.
La primera de ellas es la tradicional, donde la enseñanza prevalece sobre el
aprendizaje, es decir que el papel del maestro siempre sobrepasa al del alumno.
En contraposición a ésta está el modelo romántico, en el cual ocurre al
contrario, el maestro facilita la expresión del estudiante y no existen las evaluaciones,
esto se debe a que los saberes son auténticos de por sí. Otro modelo, y el más
utilizado es el conductista, donde el aprendizaje se transfiere y retiene por
métodos breves, lógicos y exactos; el plan de enseñanza se configura a través
de objetivos. Y por último, un modelo casi impuesto sobre el otro, el cual se
denomina constructivista, el mismo logra transmitir el conocimiento mediante un
proceso de ensayo y error, sin embargo esto lo hace mucho más dinámico,
participativo e interactivo.
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